4. Charla de Aceras  

Publicado por Oliver Luk

Hace un par de días entré en crisis y cometí un error. Encontrar online al socio de Marcelo y contarle por chat lo que sentía por Tobías. Luis, que aparte de sufrir las consecuencias de ser socio de Marcelo, es descaradamente hermoso, agradable y ex líder de una banda, me respondió que ya lo sabía. Que se había dado cuenta un día que él hizo un chiste en referencia a Tobías y que no me cayó nada bien.

Esa tarde, Marcelo me convenció de salir de mi casa e ir hasta su trabajo. Yo esperaba ir a ver a Martha y a Guillermina, pero ambas me dijeron que tenía que deshacerme de Marcelo primero antes de pisar el hogar de ellas.

Luis, por su parte, en el momento de mi partida, me arrastró hasta la vereda y quiso hablar conmigo.

- ¿Te consideras una persona impulsiva?

- Depende sobre qué - respondí. - Generalmente medito mucho antes de hacer las cosas.

- Yo creo que no vale la pena arruinar una amistad como esa, tan fuerte y tan sana, por una cuestión así. A menos que me sorprenda y él sienta lo mismo.

- No, no lo creo - le dije. - Escucha, yo te dije las cosas de una forma impulsiva, es cierto, porque estaba desesperado. Pero todo tiene su explicación lógica. Algo rebuscada, pero una explicación al fin. Lo que yo te propondría es que un día que no tengas nada que hacer, tomamos un café y hablamos bien.

En ese momento pasó Lucas, dándose por entendido en ese momento que yo había roto mi ley de quedarme encerrado y ahora salía a la vida. Eso presentaba un problema a futuro, pero me iba a preocupar cuando llegara.

- Por supuesto. Yo sé que quieres hablar con alguien fuera de tu entorno.

- Claro.

Nunca le dije que la posibilidad de tener una conversación a solas era más interesante que todos los problemas que yo pudiera llegar a tener. Pero al igual que Tobías, era mejor que siga viviendo en un mundo donde nunca se supiera la verdad.

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