19. La Frustrante Charla
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Dos días después las cosas no habían mejorado en lo más mínimo, y lo peor es que ya no podía mantenerme al margen de toda la situación.

Pero decir que la charla fue molesta, es decir poco. Porque la conversación rondó lo caótico.
- ¿Qué es lo que ha sucedido?
- ¿De verdad me estás preguntando? - pregunté, retóricamente.
Marcelo lanzó una sonrisa cínica, como si creía que me podía engañar.
Le expliqué con la misma cordialidad que se lo expliqué a Tobías cuáles eran mis sentimientos. Al prinicipio quedó sin saber qué responder, como si mis argumentos fueran tan válidos que no hubiera derecho a réplica.
Pero entonces decidió hablar.
- Desde un primer momento sabías que algo así iba a pasar y por eso quisiste alejarte - recapituló. - Creo que estabas esperando el mínimo suceso para explotar.
- Supongamos que fue así... ¿y? - pregunté. - ¿En realidad en qué cambia?
- En que quieres complicar las cosas - me ricriminó. - ¿Por qué no aceptas la felicidad de ellos dos y eres feliz también?
Y entonces exploté de una forma muy mala.
Su comentario me cayó de una forma tan mal, que no supe cómo reaccionar. Estaba siendo juzgado cuando fui víctima. Estaba siendo incomprendido. Tenía impotencia, bronca, odio, ganas de desaparecer de la faz de la tierra. Así que no aguanté más la situación, y rompí a llorar.
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1. La Casa de las Paredes Verdes
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