32. Otra Vez Despedida  

Publicado por Oliver Luk

Al día siguiente amanecí con la extraña sensación de que algo no funcionaba. Algo no estaba bien.

No sabía si era porque era consciente que Leo se tendría que marchar y nuevamente yo quedaba abandonado, si la estupidez masiva de Marcelo la noche anterior me había afectado a un nivel desconocido o si el darme cuenta que la aterradora idea de perder a Tobías me estaba jugando una mala pasada. De repente, me había dado cuenta que todo formaba parte de un vaso repleto y mi inestabilidad había regresado, postergando mis intentos de un nuevo año sin tantos dramas.

- Conocí a alguien - me contó Leo. - Quiero a mi novia y todo lo demás, pero ya no me siento bien en esa relación. El problema no es durante, si no el antes y el después. Yo la amo, pero nuestra distancia geográfica hace que tengas baches. Que quiera buscar refugio en personas que sí están presentes en ese momento.

- No debería ser así - dije, sin saber si estaba hablando por su caso, o por el mío. - No deberías estar en algo que se convirtió en poco positivo. ¿De qué sirve una relación que no te deja buenas sensaciones? Si sientes que el bote se está hundiendo, tienes la opción de seguir remando o saltar.

- Tal vez estoy esperando estar cerca de una costa - comentó.

- De todos modos, si saltas del bote, al menos tienes una chance de sobrevivir - comenté. - Es mucho mejor eso, a que hundirte y morir sólo porque te cansaste de remar.

Leo se despidió hasta un futuro próximo incierto, y en lugar de sufrirlo, mandé un mensaje a Tobías sobre una posible actividad para cuando se despierte. Pero entonces me respondió que ya se encontraba despierto... y eso fue para problemas.

This entry was posted on 22:04 and is filed under .