45. Decir la Verdad  

Publicado por Oliver Luk


A la siesta desperté a Tobías con las bandejas que dejó en casa después de Año Nuevo, más la gigantografía, que escondía el dolor de tener que darle una noticia no muy poco favorable con respecto a su vida amorosa.

Una vez revelada la información, asintió sin mostrar ninguna expresión en particular.

- Me la veía venir - reconoció. - Es más, esto me quita un peso de encima porque sé que no me imaginé. Sinceramente quería tener un sentimiento más, pero también quería que ella los tuviera. Pero si no los tiene, entonces significa que me di cuenta.

- Es que tenemos que reconocer que fue una estúpida - le dije, con toda la ira del mundo. - Hizo todo un teatro para llamar tu atención. ¿Qué va a hacer si está enamorada? ¿Se cortaba las venas delante tuyo?

- Es que no podemos negar que si bien no parece una chica de su edad, después de todo sigue teniendo su edad - contestó. - En parte la entiendo, qué se yo. No me pone mal porque lo pudimos evitar a tiempo.

- Lamento mucho haber desconfiado tanto de ti - respondí. - Estaba muy concentrado en sobreprotegerla que nunca me di cuenta de cómo venían las cosas. Odié a la parte equivocada.

- Está bien, viejo - dijo.

- Esto no te lo digo para meterme en el medio - correspondió. - Simplemente tenía la obligación ética de contártelo porque tú en mi lugar harías lo mismo. De ahora en más, lo que decidas hacer, será a consciencia. Para que sepas cuáles son las cartas. No iba a quedar de brazos cruzados y ver como te rompías la cabeza contra la pared, sea del color que fuera.

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